Bienvenidos a FutuGreen, la Red Social de las Terapias Naturales, Alternativas y complementarias. Hoy vamos a hablar de otra de las preguntas que debemos hacernos en nuestro día a día para tomar decisiones adecuadas. Así, haremos un análisis de la pregunta ‘’¿es un acto de autoestima o autosabotaje?’’, dando una explicación, un ejemplo y un ejercicio práctico para poder llevarlo a cabo. Todo ello lo abordaremos tanto en este artículo como en el audio que tenemos a continuación.
La autoestima y el autosabotaje
Cuando hablamos de la autoestima, estamos hablando de un estado del ser humano que le produce bienestar, seguridad y paz interna. Todo ello contribuye a un mayor respeto por parte de la propia persona. En esto días, una de las tareas más necesarias es aceptarse.
Aceptarse significa amar, respetar y aceptar la naturaleza de cada persona, más aún la de la persona en cuestión. Cuando lo hacemos, pasamos a vernos como alguien que no necesita mejorar, que no es un proyecto, nos sentimos como una obra perfecta en su singularidad. Llegamos hasta el punto en el que nos acabamos convirtiendo en modelos a seguir para aquellas personas que nos rodean.
Cómo conseguirlo
Es fácil decirlo, o escribirlo en este caso, pero se necesita de la pregunta anterior para poder conseguirlo. La forma de conseguirlo es tomando las decisiones que nos hacen sentir bien en el día a día. Debemos sentir orgullo de nuestras elecciones, porque han sido tomadas por ti, y porque te acercan a tu meta, a tu sueño.
La forma de filtrar, y por lo tanto de cerciorarnos, a la hora de tomar una correcta decisión es hacerse la pregunta ‘’¿Es esta una acción de autoestima o de autosabotaje?«. Al preguntarnos esto haremos que no cometamos el error de tomar decisiones que sabotean tu vida.
Debemos de recordar que cuando elegimos autosabotearnos no solo nos quitamos nuestras metas y nuestros sueños, también se los quitamos a los demás. Cuando la gente que te rodea observa cómo dejas a un lado tus metas, esta lo verán normal. De esta manera, se producirá el efecto contagio que transmitirá esa forma de actuar al resto.
Un ejemplo de autosabotaje
En este caso, conozco un caso de alguien que quería ser una empresaria de éxito pero que siempre estaba autosaboteándose. Por ende, cuando venía a consulta siempre estaba pensando en algún nuevo proyecto pero sus acciones eran contradictorias. Poco a poco, sesión a sesión, me di cuenta de sus acciones o pensamientos saboteadores. Así, comenzamos a escribir una lista de los mismos:
- Buscaba academias para estudiar oposiciones en la mañana por si su proyecto fallaba
- Siempre decía expresiones como ‘’qué bien que viven los funcionarios’’.
Podemos ver como el hecho de buscar oposiciones para estudiar por si fallaba en su proyecto es algo contradictorio a sus proyectos empresariales. Es un autosabotaje porque aparte de ir en la dirección contraria a sus metas, también le transmitían un ‘’tú no vales para eso’’, haz algo común que seas capaz. La segunda acción que le estaba saboteando era hablar bien de algo que no quería por pasión, sino por miedo, como es el caso de ser funcionaria.
Una vez detectadas las acciones saboteadoras pasamos a escribir una lista con las acciones que podían llevarla a su éxito. Le pedí que imaginase su futuro ideal, con su proyecto. Tenía que imaginar de forma específica todo lo que quería conseguir para tener una imagen que le motivase. Pero no solo es importante la imagen, ya que en la Programación Neuro-Lingüística también influyen los sonidos, el tacto, el olor y el sabor.
También debería de tomar la decisión de hablarse en positivo. Esto permite afianzar la imagen del futuro positivo y disminuye los niveles de estrés, algo que siempre estará en nuestra contra.
Ejercicio diario para aumentar tu autoestima
En este caso os presentaré un modelo de ejercicio que he visto algunas veces en libros sobre Psicología Positiva. Trata sobre la escritura en un diario de todo lo positivo que nos ha ocurrido en nuestro día. No se trata de escribir solo aquello espectacularmente bueno, sino que también las pequeñas cosas.
Puede que hayas tenido un día duro, pero siempre puedes sacar algo en positivo. Quizás sea la deliciosa comida que has tenido, el aire fresco que respiraste al salir de casa o esa breve conversación que te animó. De esta forma, conseguiremos aumentar el sesgo positivo de nuestro cerebro, es decir aquella parte que guarda emociones y recuerdos positivos.
Es un ejercicio muy práctico en todos los casos ya que a medida que pasa el tiempo, todos tenemos más experiencias negativas. Por tanto, estas tienden a acumularse formando un sesgo negativo. Cuando este sesgo negativo no se contrarresta con el ejercicio del diario, nuestra mente tiende a interpretar el mundo con pensamientos destructivos. ¡Aumenta tu sesgo positivo por favor!.
Para terminar
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