Estás en casa, paseando por la calle, en un viejo lugar… y de repente y sin saber por qué te invade una emoción muy poderosa. No sabes qué hacer ni tan siquiera cuando la emoción es positiva.
Gestionar este tipo de sensaciones que sumergen tu cuerpo en una marea es fundamental. Y por ello te enseñaré una de mis técnicas favoritas a la hora de afrontar estas situaciones de emociones fuertes.
1 – Pensamiento o ancla
El primer paso será tener y detectar el pensamiento que nos lleva a tener cierta emoción. En este caso podemos encontrarnos con los siguientes ejemplos: cuando piensas en alguien que ya no está, situaciones de cambio de estación, tardes en las que llueve o en momentos donde sientes soledad.
2 – Emoción producida
Todo lo anterior produce algo en tu cuerpo. Cuando es alguien que no está sientes pena. En el cambio de estación tienes melancolía por lo que se va. Cuando llueve te invade la tristeza. Y cuando te sientes solo tienes desazón.
Aqui las personas tienden a despistarse con una cerveza o una serie para así huír de las emociones »raras» e ingobernables. Sin embargo, cuando has detectado este segundo paso no hay problema: ve al tercero.
3 – Indagar en ella
Ahora que has detectado que un pensamiento o cualquier estado te ha producido una emoción desagradable es momento de utilizar la técnica de aspiración sonriente. En primer lugar localiza en qué parte de tu cuerpo tienes esa emoción…. ¿te ha dado una sensación en el pecho o en el abdomen quizás?¿en la cabeza o las manos?
Entonces es momento de abrazar la emoción (no huir). Respira con los cinco sentidos: siente, escucha o visualiza como ese aire entra en tu cuerpo para acariciar esa zona. Mientras tanto esboza una leve sonrisa para que tu cuerpo empiece a segregar endorfinas.
Ahora exhala y siente como te relajas y eres más amigo de esa sensación, emoción… llámalo como quieras. El caso es que debes sentir la temperatura del aire, del lugar donde estás, la energía de quien te rodea, el sonido que te invade.
RESUMIENDO
Se que puede sonar abstracto al principio, pero siéntelo una y otra vez hasta que te invada una sensación de bienestar y motivación. A mi me suele ocurrir que todas esas emociones se transmutan en creatividad (de hecho todo lo que escribo aquí viene después de esta técnica).