Usa tus dones: método VAD de la felicidad

Ya decía un gran filósofo que la felicidad está en el saber hacer. Y que mejor que ayudar a las personas con tu saber hacer, tus dones y virtudes. Hoy hablaremos sobre cómo practicar tus habilidades con amabilidad para cambiar tu vida… ¡Explicaremos el método VAD de la felicidad!

Por qué usar tu virtud o don

Cuando nuestras acciones se encaminan y son dirigidas por nuestras virtudes, debemos de saber que estamos en el buen camino. Entramos en un estado de flow en el que el tiempo parece desaparecer.

No se nos ocurre ayudar en una mesa de quirófano si no somos cirujanos. Sin embargo, si podemos ayudar emocionalmente a alguien si nos consideramos gente positiva. Estamos ayudando a través de nuestros dones. Utiliza tus virtudes, y si no sabes cuales son hay una manera fantástica de saberlo. Es probable que para averiguar tu virtud esencial, solo debas de recordar la frase de alguien… ¡que bien que haces »tal cosa»!.

Recuerdo que alguien elogiaba mi virtud de hacer sentir bien a las personas. Me dijeron que mi voz era bonita para hacer meditaciones y que les encantaban mis meditaciones Mindfulness. Lo curioso, es que todo ello lo escuché, o más bien lo recordé cuando más perdido me encontraba. Fue una vía de escape, pero una vía inteligente. Estuve atento al univereso…

¿Cómo llevar a cabo tus virtudes?Amabilidad y diversión

La diversión efímera es necesaria, la amabilidad es obligatoria. Para mí ambas son complementarias, dándole un porcentaje mayor de importancia a nuestra amabilidad. La diversión es algo efímero y muy gratificante. Lo que suele ocurrir con lo efímero y gratificante es que pierde su valor positivo rápidamente. Con la repetición ya que entra en un proceso de normalización, y pasa a ser rutinario.

Por otro lado, la amabilidad es algo duradero y gratificante. ¡En el colegio me sentía en plenitud cuando daba mi clase magistral de mates a mis compañeros!. Todas y todos te lo agradecían cuando llegaba la hora del examen. Después, te daban una palmadita en la espalda cuando aprobaban. Esto era fantástico y la sensación de felicidad perduraba en el tiempo porque todo provenía de la amabilidad.

Lo curioso de todo esto es que cuanto más practiques tus habilidades con la amabilidad, más diversión duradera obtendrás de ella. Cuando estás poniendo en práctica tu don con amabilidad, nada cuesta y todo parace flui: es así cuando se uno a nosotros esa diversión duradera.

RESUMIENDO…

Serán muchas las veces que te costará ser amable y prestar tus servicios. Mucho más duro que la diversión efímera de un simple acto. Pero finalmente, cuando unimos nuestras virtudes y la amabilidad, entramos en una diversión duradera. Por ello, ten en cuenta que la diversión efímera de ver una serie es necesaria, pero intenta conseguir la diversión duradera a trabes de tu virtud. Eso que te hace perder la noción del tiempo…